Hablamos con Susana Pérez Quislant, alcaldesa de Pozuelo de Alarcón, para hacer balance de este año tan complicado, marcado claramente por la crisis sanitaria. Y también sobre lo que nos espera los próximos meses, la Navidad en Pozuelo y las inversiones de cara al próximo 2021.
¿Qué balance haría de este año que ha sido tan duro para todos?
Ha sido un año muy difícil. Desde el punto de vista de la administración y de la alcaldía. Al principio, improvisamos, porque no sabíamos qué teníamos que hacer, hasta que todo se empezó a ordenar un poco.
Lo primero que hicimos fue mandar a los trabajadores a casa, y aquí nos quedamos tres personas. Funcionó muy bien. Compramos rápidamente ordenadores portátiles para que todo el mundo pudiera trabajar y han respondido muy bien.
La principal preocupación ha sido siempre la gente, aunque los ayuntamientos no tenemos competencias en sanidad. Teníamos que ir tomando medidas, pero siguiendo lo que te dicen las autoridades sanitarias.
Un año muy complicado, que se ha juntado la tristeza, todo el mundo estábamos un poco como «a rastras», sin saber qué hacer… Los que tenemos familia fuera, pues además, muchos meses sin vernos. Y luego, las pérdidas humanas, que eso ha sido tremendo.
¿Ha sido el año más difícil de su trayectoria política?
No. Ha sido más difícil a nivel más personal, por la tristeza. Fue mucho peor el anterior mandato, ni comparación.
¿Podría hacer un resumen de las principales medidas que se han tomado en esta lucha tan larga contra la pandemia desde el Ayuntamiento de Pozuelo?
Al principio lo que hicimos fue tomar medidas de protección a los vecinos.
Empezamos a comprar mascarillas, cuando en aquel momento no había mascarillas. Compramos muchísimas, y gran cantidad de geles. Era un riesgo porque era todo muy incierto, pero nosotros las compramos.
Fuimos el primer ayuntamiento de toda la zona que pudimos repartir a los vecinos, y dimos 5 mascarillas por cada buzón. Fue una medida muy efectiva y muy agradecida. Hicimos dos tandas, a los 15 o 20 días repartimos otras 5, y luego por supuesto los geles, repartimos por todos los comercios.
Fue espectacular la cantidad de voluntarios de Pozuelo que ayudaron durante la pandemia, les estaré eternamente agradecida. Aprendí mucho con Protección Civil, yendo a todos los sitios.
Después de eso, tomamos todas las medidas que podíamos desde el punto de vista sanitario. Y luego lo que hicimos fue crear el «equipo del día después”. Lo creamos con el secretario, con el director general de la asesoría jurídica, es decir, con los altos funcionarios de la casa, porque en el estado de alarma, tú puedes contratar lo que quieras casi sin justificar nada, pero es que llega el día después, y no quería que hubiera ningún problema ni ningún lío. Lo que quería es que todo volviera funcionar de la mejor forma posible. Como había tanta norma, tanta orden del Ministerio, de la Comunidad, era un poco lío. Ellos hicieron un trabajo espectacular. Nos reuníamos muchos domingos, porque los sábados sacaban órdenes de la Comunidad de Madrid, y el domingo a las nueve de la mañana estamos aquí, reunidos. Éramos seis, siete personas, viendo qué se tenía que hacer desde el punto de vista administrativo, que también había mucho que organizar, porque claro, tenías la orden, y luego tenias que dar la orden a la policía para que se cumpliera lo que decía esa orden, por ejemplo, respecto a establecimientos.
En el Ayuntamiento yo no puedo estar más orgullosa, porque se formaron equipos muy buenos de trabajo y todo funcionó muy bien, dentro de lo que ha habido. Lo más dramático ha sido el tanatorio, que también es municipal, y ahí pasamos, a nivel personal, días muy dramáticos. Y también con las residencias de mayores.
Esa ha sido la época más dura de la pandemia. Pero, la lucha todavía no ha acabado, se siguen tomando medidas y se seguirán tomando…
Claro, nosotros lo que hicimos después es afrontar la crisis económica, y lo que empezamos a hacer de inmediato fue establecer un paquete de medidas fiscales y económicas para intentar evitar la ruina, porque es que la gente se estaba arruinando.
Y conseguimos con mucho esfuerzo, porque no es fácil desde una administración local, sacar el paquete de ayudas directas que hemos estado dando y ha cobrado muchísima gente de la que ha pedido. Casi 300 autónomos de Pozuelo la han pedido, de ellos 66 hosteleros, y ya han recibido el 75%, y ahora en enero el 25% restante. Esa ayuda va a suponer que se mantenga el empleo.
El Ayuntamiento de Pozuelo fue de los primeros en tomar algunas decisiones importantes, como suspender las fiestas mucho antes de su celebración, y destinar la partida económica a la lucha contra la COVID.
Ahí fuimos muy valientes, y las peñas nos ayudaron mucho. Mi idea era no hacer fiestas y quería escucharles, y todos dijeron que era lo más sensato. Sino lo hubiera hecho, pero con mucha dificultad, porque tener a las peñas en contra supone más dificultad. Lo tuve muy claro desde el primer momento, en estos momentos lo más importante es la salud, y no podemos hacer cosas donde haya aglomeraciones. Y las peñas han estado agradecidas siempre, desde el primer momento.
Lo principal es la salud y el Ayuntamiento no tiene competencia directa en Sanidad. ¿Se ha sentido arropada por la Consejería de la Comunidad de Madrid y por el Ministerio de Sanidad?
Por el Ministerio en absoluto. Ni siquiera se han dirigido a este Ayuntamiento. Y por la Comunidad sí, porque además tenemos la suerte de que el Consejero de Sanidad es de Pozuelo, y es el presidente del PP de aquí. Resulta más fácil, es verdad que he procurado no tirar de ese “hilo directo”, porque comprendo la cantidad de trabajo que tenía, y las decisiones que ha tenido que tomar, pero sí me ha resultado muy fácil poder hablar con el Consejero y viceconsejeros sin ninguna dificultad.
¿Y cómo ha funcionado Pozuelo durante esas semanas que ha tenido un zona básica confinada? ¿Qué tal el comportamiento de los pozueleros?
El comportamiento de los pozueleros ha sido ejemplar. Yo estoy incluida en esa zona confinada, me tocaba por el Ayuntamiento y por mi casa, y no es fácil. Ha sido difícil, pero es verdad que todo el mundo se ha portado muy bien. Estaban algunos enfadados, como es natural, y yo siempre les he pedido paciencia. Se han comportado tan bien que en apenas tres semanas conseguimos bajar la incidencia de una manera brutal.
He hablado mucho con el centro de salud de “San Juan de la Cruz”, con la directora y doctora, que también es mi centro de salud, y la verdad estaban encantados porque la gente estaba cumpliendo muy bien.
Una de las principales labores al principio era decirle a la gente cuál es la zona básica de salud.
Es lo primero que hicimos, hacer un mapa. Sacar el mapa que había hecho la Comunidad de Madrid de cuál era la zona, imitándolo, y buzoneándolo, y ponerlo en todos los portales.
Es verdad que en mi zona, que está en el límite de donde yo vivo, había gente que no sabía si era Emisora o San Juan de la Cruz. Era muy importante aclararlo y lo hicimos muy rápido. Y luego poner vallas, delimitando, no es fácil, porque delimitar una zona es muy complicado.
También hablamos con Susana Pérez Quislant sobre otros temas de actualidad como la Ley Celaá, la Navidad, las inversiones del próximo año… Podréis leer la segunda parte de la entrevista este viernes en pozueloesnoticia.es.