Alba Arias llegó con siete años a Pozuelo y estudia en el Liceo Sorolla. Su pasión por la música comenzó desde muy pequeña y ahora su sueño se ha hecho realidad: ha conseguido una beca en la Escuela de Música de Berklee Boston. Sin embargo, para poder asumir los costes del viaje y de sus estudios de música ha tenido que lanzar un crowdfunding. Nosotros hemos querido conocer un poco más de su historia.

¿Cuándo comenzó tu pasión por la música?

Siempre me ha encantado la música en todas sus formas, pero un momento que me marcó fue en la piscina municipal de mi pueblo, Viana do Bolo en Ourense, donde había un grupo de veinteañeros tocando el ukelele. Me encantó lo que hacían, entonces, con todo el morro me acerqué a preguntarles si me podían enseñar a tocar. A partir de ahí afiné mi guitarra para que sonara como un ukelele, hasta que conseguí uno unos meses más tarde y empecé a componer.

Cuéntanos un poco tus primeros pasos en la música

La verdad es que no me considero una virguera a la hora de tocar ningún instrumento específico, pero sí me manejo con la guitarra y el piano que aprendí en su mayor parte de forma autodidacta. Tengo formación de música clásica, pero ya muy olvidada. De hecho, toqué el oboe cuatro años en la Escuela Municipal de Música de Pozuelo, pero lo acabé dejando ya que cada vez el colegio era más exigente y mi perfil no encajaba con intérprete de música clásica.

Fue a partir de los catorce años cuando me empecé a formar por mi cuenta en ámbitos como la composición y la producción musical. Yo sabía que quería hacer canciones, y quería que sonaran como las escuchamos en la radio, así que me puse a estudiar y a aprender sobre ello.

¿En qué momento decidiste aplicar para Berklee?

En los últimos cursos de secundaria cuando la pregunta “¿que quieres estudiar?” era constante, la verdad es que no tenía muy claro lo que quería hacer. Me gustaba lo que estudiaba en el colegio, pero ninguna asignatura me llamaba mucho la atención. Un día me di cuenta de que a lo mejor podía hacer de mi hobbie (crear música) una carrera profesional. Fue ahí cuando empecé a buscar universidades y encontré Berklee. Tenía 15 y todavía era muy pequeña como para aplicar, pero tenía claro que lo haría en cuanto pudiese.

¿Qué requisitos se pedían para poder entrar a formar parte de la escuela?

Tuve que mandar muchísimo material a Berklee pero no solicitaban requisitos específicos. Pedían un ensayo explicando quién era, dos cartas de recomendación y un porfolio, que era opcional. Después te citan en una fecha para hacer una audición, donde tienes que tocar una o varias piezas (yo canté una canción original y un remix que hice de Valerie, de Amy Whinehouse y de Creep de Radiohead). Luego tienes que hacer una serie de ejercicios de lenguaje musical y, por último, una entrevista.

Es una escuela muy abierta de mente y, por lo que entiendo, buscan talento y no que seas una persona muy formada. No pretenden que seas un profesional en todos los ámbitos de la música, sino ver que ellos te podrán convertir en uno.

¿Qué sentiste al saber que habías sido admitida?

La verdad es que no me lo podía creer, tuve que leer la carta de admisión varias veces, y todavía sigo sin creérmelo. No tenía muchas esperanzas porque al ser una universidad tan prestigiosa, pensaba que iban a pedir un nivel en lenguaje musical que todavía no tengo. Me ilusiona muchísimo pensar que han visto potencial en lo que hago.

Has tenido que lanzar un crowdfunding ya que viajar a otro país y estudiar en Berklee es muy caro, ¿cómo va dicha recaudación? ¿estás agradecida con la gente?

Cuando me presenté a las audiciones tenía muy claro que solo podría ir si me concedían una muy buena beca. De hecho, me han concedido una, pero aún así el coste sigue siendo altísimo. Al saber que me habían seleccionado, nos pusimos a pensar en las diferentes cosas que podríamos hacer para conseguir la financiación. Y una de las ideas fue montar el crowdfunding. La verdad es que la reacción de la gente ha sido alucinante, no me lo esperaba. Claramente estoy muy muy agradecida a todo el mundo que me ha ayudado, sea a través de donaciones o dando a conocer mi historia.

¿Qué ocurrirá si no consigues todo ese objetivo? ¿has pensado en otras ideas?

Me he presentado a todas las convocatorias de beca que he encontrado, todavía estoy esperando a las decisiones y de algunas no sabré nada hasta julio. De todas formas, tengo un plan B. Me he presentado a audiciones en otras escuelas de música en Reino Unido y en España por si acaso las cosas no van bien.

¿Tu familia y amigos siempre te han apoyado en tu carrera musical?

Sí. Desde que decidí que me quería dedicar a la música me han apoyado pero siempre me han dicho que tengo que formarme y preferiblemente hacer una carrera universitaria.

Para finalizar, ¿qué es para ti la música?

Para mí hacer música es algo natural. Puedo pasarme horas y horas trabajando en una canción y no aburrirme en ningún momento. Lo que más me gusta es experimentar, y ver como esas ideas que surgen continuamente van tomando forma y resultan en una canción. Simplemente es lo que más me gusta hacer. Otra cosa que me encanta es la reacción de la gente, como mis amigos o mi familia, al escuchar las canciones por primera vez. Que se rían, que se emocionen… me causa muchísima felicidad