Las obras del gran colector subterráneo han llegado a su fin tras meses de excavación, marcando un antes y un después en la seguridad y el urbanismo de la ciudad. Esta actuación no solo protegerá a los vecinos frente a posibles inundaciones, sino que también permitirá el desarrollo de nuevos proyectos residenciales que contemplan la construcción de 7.500 viviendas.
Con una inversión total de 60 millones de euros, de los cuales 13,2 millones han sido aportados por el Ayuntamiento y el resto por la Entidad Urbanística Colaboradora, se trata de una de las obras hidráulicas más importantes ejecutadas en España en los últimos años.
Una infraestructura diseñada para proteger frente a episodios de lluvias torrenciales
El colector actuará como un escudo hidráulico, recogiendo el agua de los cuatro principales arroyos del municipio —Las Viñas, Las Pozas, Bularas y Los Álamos— para evitar desbordamientos en el casco urbano. Con un sistema de cámaras y depósitos, la instalación tiene capacidad para almacenar 75.000 metros cúbicos de agua, funcionando de manera similar a un tanque de tormentas.
Un proyecto que dará viabilidad al crecimiento urbanístico de la ciudad
Más allá de su importancia en materia de seguridad, la alcaldesa Paloma Tejero ha subrayado que esta infraestructura es clave para el futuro urbanístico. Gracias a la finalización del colector, será posible impulsar desarrollos como ARPO, Eje Pinar y Huerta Grande, donde se levantarán miles de viviendas que ampliarán la oferta residencial de la ciudad en los próximos años.
Lady Madrid, la tuneladora que hizo posible la obra
El trabajo se llevó a cabo con la ayuda de una gigantesca tuneladora bautizada como Lady Madrid, de 5,3 metros de diámetro y más de 80 metros de longitud. Esta máquina excavó una galería de 4,5 kilómetros a 50 metros de profundidad, desde la zona del Parque Forestal Adolfo Suárez y la Universidad de Somosaguas hasta la urbanización Los Álamos de Bularas. La magnitud de esta operación convierte al colector en una de las obras subterráneas más relevantes realizadas en España en los últimos años.
La finalización del gran colector supone un avance decisivo en la protección frente a inundaciones y abre una nueva etapa en el desarrollo urbano. Con miles de viviendas proyectadas y una infraestructura capaz de evitar catástrofes, la ciudad da un paso adelante hacia un futuro más seguro y sostenible.