Sin la tradicional alegría en las calles, con el Pregón grabado en vídeo y guardando fuerzas para el año que viene. Las Fiestas de Nuestra Señora de la Consolación de este 2020 han sido totalmente diferentes a todas las anteriores, marcadas por la crisis del coronavirus y todas las medidas restrictivas para evitar contagios que han debido implantarse. Aun así, desde el Ayuntamiento no quisieron que los vecinos de Pozuelo se quedaran sin algunos de los actos que cada principio de septiembre se llevan a cabo en la localidad.
Empezando, por supuesto, con el mensaje de los representantes públicos de los pozueleros, que mandaron un vídeo desde la casa consistorial deseando unas buenas Fiestas y acordándose de los que ya no están, además de agradecer el esfuerzo de todos los habitantes del municipio a la hora de luchar y combatir la Covid-19.
Tampoco faltó el día 5 de septiembre el Pregón, presidido por la alcaldesa, Susana Pérez Quislant y a cargo de la Peña Los Mingas, que cumple este año 50 años. En una emocionada intervención, Miguel Remiro, presidente de la peña (la más antigua de Pozuelo), llamó a la unión para «pasar juntos este mal trago y salir fortalecidos», pidió a la Virgen de la Consolación “que nos llene de fuerza y nos cubra con su manto para superar este bache” y recordó a todos aquellos que cada año hacen posible unas Fiestas que, según pidió al Ayuntamiento, en 2021 serán «inolvidables».
Antes, Pérez Quislant no quiso olvidarse de todos los particulares y colectivos que han hecho donaciones durante los peores meses de la pandemia para ayudar a las personas que más lo necesitaban.
Por la noche, la alcaldesa tampoco quiso dejar de acudir a la Salve en honor a la Virgen de la Consolación y a la Misa Mayor, convocada por la Congregación de Nuestra Señora de la Consolación Coronada en la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora. Lo hizo acompañada por el tercer teniente de Alcalde, Pablo Gil, y por el concejal de Fiestas, David Rodríguez, a la Salve a la patrona de la localidad.
En la mañana del domingo tuvo lugar la Ofrenda Floral, acto al que también acudió la Primer Edil. “Le he pedido a la Virgen de la Consolación, tras dejarle las flores, que proteja la salud de todos los pozueleros y de sus familias en un momento tan difícil como éste en el que no hemos vencido todavía al Covid-19”, manifestó Pérez Quislant. También apuntó que “esto pasará, que juntos y cumpliendo las normas ganaremos la batalla al virus, y en 2021 celebraremos nuestras fiestas como hemos hecho siempre”.
Por primera vez no se procesionó a la patrona de Pozuelo de Alarcón, la Virgen de la Consolación. El rezo del Santo Rosario se hizo con aforo limitado y con mascarillas. Tampoco hubo Pasacalles. Pero todo esto pasará, y lo único que dejará la pandemia en Pozuelo es más orgullo en cada una de las casas del municipio.