La estación de Cercanías de Pozuelo de Alarcón cuenta desde esta semana con un nuevo enclavamiento electrónico de última generación, un sistema que mejora la regulación del tráfico ferroviario y refuerza la seguridad de la línea C-10. La actuación, que ha supuesto una inversión de más de 3 millones de euros, forma parte del Plan de Cercanías de Madrid impulsado por Adif.
El enclavamiento es un dispositivo clave en la gestión ferroviaria, ya que permite controlar el correcto funcionamiento de elementos como agujas, señales y sistemas de detección de trenes a lo largo de 8,4 kilómetros de vía. Además, incorpora equipos avanzados de control, comunicación y alimentación eléctrica de respaldo para garantizar su operatividad.
Un despliegue técnico de gran envergadura en la estación de Pozuelo
Para la puesta en servicio del nuevo sistema, ha sido necesario realizar complejas tareas técnicas, incluyendo la instalación de equipos, carga de software, desmontaje y migración de señales, y pruebas de funcionamiento. Más de 50 especialistas han trabajado en la implementación de esta infraestructura, que obligó a interrumpir el servicio entre Príncipe Pío y Pinar de Las Rozas entre el 28 de febrero y el 3 de marzo, con un plan de transporte alternativo para los viajeros afectados.
Este proyecto se suma a otras mejoras realizadas por Adif en la red de Cercanías de Madrid, con una inversión global de 16 millones de euros en la modernización de enclavamientos en estaciones como Delicias, Príncipe Pío, San Cristóbal Industrial y San Fernando de Henares.
Con esta actuación, Pozuelo de Alarcón refuerza su conectividad ferroviaria, mejorando la eficiencia y seguridad del servicio de Cercanías en beneficio de miles de viajeros.